Siento pena por el tiempo, porque nunca ha descansado.
Mi problema es el tiempo.
Nunca hace un "stop". No reflexiona, sólo actua.

Una de esas mañanas descubrí a una mujer durmiendo a mi lado. Era Claudia.
Y cada día me sorprende verla dormir a unos milímetros de mí en "la cama extraña". Ese lecho que acolita mis quimeras y fantasiosos viajes "al infinito y más allá".
Todos los días Ella está allí. Tranquila. Despacio. Siempre amanece allí.
Y la beso. La acaricio.
Comprendo que ya no soy el que solía soñar con ese momento. Mi fiebre de pasión de la pubertad desesperada habría sido colmada y calmada...
Pero hoy sólo la aprecio y su tranquilidad me asombra.
De vez en cuando la veo.
Semidesnuda, ella es mi Mujer.
...y se van a cumplir 10 años.
10 años de lucha. Mi compañera, esposa, amante y amiga ha estado durmiendo conmigo un 99.56% de estos años.
Siento frío y calor a la vez.
Quiero enamorarme más de ella y agradecerle por todo.
Iré a besarla en este momento...
...ahora vuelvo